Nací y crecí en Camagüey, Cuba, y recientemente he hecho de Miami mi hogar. Me mudé a los EE. UU. en 2013 para seguir mi sueño de convertirme en médico. Mi prioridad como profesional de la salud es ofrecer la más alta calidad de atención con respeto, empatía y dignidad, asegurando que cada paciente se sienta valorado, sin importar su origen o condición. Elegí la medicina porque me apasiona ayudar a los demás y tener un impacto tangible en sus vidas al promover la salud y mejorar su calidad de vida. Para mí, un buen día en el trabajo se define por los resultados positivos en los pacientes, ya sea su recuperación, mejora en su condición o simplemente su gratitud. En Sanitas, los pacientes pueden esperar una atención de primera calidad y un compromiso con la educación sobre sus condiciones, opciones de tratamiento y prácticas de autocuidado. Cuando me quito la bata, disfruto pasar tiempo con mi esposo, ver Netflix, cocinar y jugar con nuestros perros.