En Sanitas brindo a mis pacientes una atención integral para llevar alivio y esperanza a las familias por muy adversas que sean sus circunstancias. Es un buen día cuando mis pacientes han mejorado considerablemente bajo mi cuidado y cuando puedo diagnosticar enfermedades potencialmente graves de manera temprana. Es igualmente gratificante poder resolver cosas difíciles. Una sonrisa en el rostro de un paciente es la mejor recompensa. Decidí dedicarme a la medicina por mi pasión por aliviar a los enfermos. Salí de Cuba en 2009 buscando libertad y un lugar para desarrollar mi profesión. He tenido que superar muchos desafíos y dificultades, siendo testigo de los obstáculos y barreras que sufren los inmigrantes, incluido el acceso a los servicios médicos en la comunidad y en los hospitales. Esto me permite crear una conexión especial con la población a la que sirvo en el condado de Miami-Dade. Cuando no estoy trabajando, disfruto pasar tiempo al aire libre con mi familia y amigos. También me gusta pescar, jugar al tenis y al ping-pong.