Cuando los pacientes me visitan en Sanitas, obtienen lo que yo llamo el “toque Gorea”. Eso significa una escucha atenta y una compasión extra. Cuando se sienten escuchados y comprendidos, es más probable que se adhieran a un plan de tratamiento para un estilo de vida saludable y sostenible. Muchos de mis pacientes me dicen: "Escúchame", y se mejoran gracias a la atención que reciben. Un buen día de trabajo brinda una sensación de comodidad y esperanza a cada persona que me permite ayudarlos con sus necesidades de salud. Al crecer en el centro de la ciudad de Memphis, aprendí sobre la confiabilidad y la compasión, por lo que puedo comprender e identificarme con diferentes poblaciones. Debido a mi pasión por cuidar a los demás, decidí ingresar al campo de la medicina. Cuando me quito la bata, disfruto el tiempo con mi esposo, mis hijos, mi nieto y mi bebé peludo. También me gusta viajar.