Nací y crecí en Cuba y he vivido en los Estados Unidos nueve años. Vine con el sueño de convertirme en profesional de la salud. Desde que llegué, me convertí en Enfermera de Familia, lo cual es más que un sueño hecho realidad. Me permite mejorar la calidad de vida de la comunidad a la que sirvo mientras cumplo con mi llamado de toda la vida. Decidí dedicarme a la medicina porque practicar la medicina ha sido mi pasión desde que era niña. Mis dos padres fueron médicos increíbles y aman su profesión y me han enseñado a amar el arte de diagnosticar y curar diferentes condiciones de salud. Un buen día de trabajo significa brindar un cuidado personalizado y enfocado en las necesidades de los pacientes. También me encanta tener la oportunidad de aprender algo nuevo que me ayude a crecer como profesional. Quiero que sepan que Sanitas es más que un centro de cuidado médico, es una familia donde el paciente es nuestra prioridad y todos estamos comprometidos a brindar el mejor cuidado posible. Siempre intento ir más allá para brindar los más altos estándares de atención. Cuando me quito el abrigo, disfruto pasar tiempo con mi hijo y mi esposo. Siempre me aseguro de no terminar mi día sin llamar a mis padres y a mi hermana. La familia es muy importante para mí. ¡Gracias a ellos, soy quien soy hoy!