En Sanitas, trato a mis pacientes con respeto y compasión. Escucho, respondo preguntas y desarrollo un plan de atención médica para sus necesidades. Un buen día de trabajo es cuando ayudo a un paciente a aprender y comprender lo que sucede físicamente para que podamos crear un plan para manejar cualquier problema y garantizar una calidad de vida positiva. Mi día es aún mejor cuando muestran una mejora en su próxima visita. Cuando tenía alrededor de 11 años, mi primo se quemó por un flashback de un incendio, así que reaccioné poniéndole agua fría, bicarbonato de sodio y vinagre en la cara para refrescarlo. Aunque apenas estaba aprendiendo a cocinar, sabía que el bicarbonato de sodio era una buena manera de apagar un fuego de grasa, el vinagre era un limpiador y el agua enfriaba las cosas, así que en mi mente de 11 años, eso tenía sentido. Los médicos querían saber qué se usaba para evitar que le salieran ampollas en la cara y no dejara cicatrices. Quedaron particularmente impresionados cuando mi tía les habló de mi tratamiento. Elijo dedicarme al campo de la salud porque me da una sensación de plenitud y me gusta retribuir. Nunca he pensado en hacer otra cosa y llevo más de 20 años en esta profesión. Me encanta pasar tiempo libre con mi familia. También me gusta ir a eventos deportivos, ventas de garaje, actividades divertidas y reuniones. Disfruto cocinar y hornear platos nuevos después de ver videos de comida o encontrar recetas en revistas.