Nací y crecí en Puerto Padre, Cuba, también conocida como la "Villa Azul de Cuba". Desde que tengo memoria, siempre he querido ser médico, incluso fingiendo serlo cuando era niña. Mis sueños se hicieron realidad cuando tenía 23 años cuando comencé a trabajar como médico de familia. Después de mudarme a Miami, estudié para convertirme en enfermera registrada y más tarde en enfermera de familia. Decidí seguir una carrera en medicina para ayudar a otros a mejorar su salud. Un buen día de trabajo para mí es cuando tengo tiempo para ver a cada uno de mis pacientes y escuchar realmente sus inquietudes y aclarar cualquier duda que puedan tener. La comunicación es clave para mí, por lo que hablar uno a uno con todos es crucial para mí. En Sanitas, todo el equipo está dedicado a brindar el mejor cuidado médico posible. En mi tiempo libre, disfruto pasar tiempo con mi familia y amigos. También disfruto de las actividades al aire libre, como ir a la playa, caminar en un parque local y hacer jardinería.