En Sanitas, mi misión es ayudar a quienes lo necesitan. Como consejera de salud conductual, es un placer para mí ser agradablemente empático con mis pacientes. Es un buen día de trabajo cuando cada paciente sale sonriendo. Nada es más gratificante que poder mejorar el estado de ánimo de los demás. Soy una ayudante de corazón, por lo que convertirme en consejera y ayudar a quienes enfrentan los factores estresantes del día a día fue una decisión fácil en lo que respecta a mi carrera. Cuando no estoy trabajando, disfruto pasar tiempo y viajar con mis hijos y amigos. Tomarme un tiempo para respirar profundamente y estar presente con mis seres queridos es placentero y muy relajante. Viajar y crear recuerdos es una necesidad absoluta.