Nací en Cuba y me mudé a los Estados Unidos en 2008. Decidí dedicarme a la medicina porque mi pasión por la salud surgió al leer libros de medicina con un amigo cuando estaba en la escuela secundaria. Teníamos largas charlas sobre la medicina y la vida en el campus. Me cautivó el asombroso mundo de huesos, músculos y partes del cuerpo. Este fue el comienzo de la pasión por la medicina. Un buen día de trabajo significa que puedo ayudar a los demás, lo que siempre es una experiencia gratificante para mí. Disfruto empoderar a mis pacientes para que tomen el control de su salud y verlos salir de la consulta con esperanza. Me encanta enfrentar los desafíos que representa cada paciente porque ayuda a mantener viva mi pasión por esta profesión. Quiero que sepan que en Sanitas haré todo lo posible para brindar la mejor atención según mis conocimientos y recursos. Cuando me quito el bata, disfruto pasar tiempo con mi familia y hacer ejercicio.