Debido a que los valores fundamentales de Sanitas se alinean con mis propios valores, trabajar en Sanitas es el trabajo de mis sueños. Como enfermera calificada para ejercer medicina, trato a mis pacientes como familia. Ofrezco compasión y respeto a mis pacientes, y siempre soy veraz y honesta. También doy la bienvenida y respeto las opiniones de los demás. Soy conocida por tener siempre una sonrisa en mi rostro, que espero sea contagiosa para quienes me rodean. Decidí dedicarme a la medicina a una edad temprana porque me gustaba ayudar y cuidar a los demás. Mi madre me enseñó a hacer el bien a los demás sin importar las circunstancias, así que me di cuenta de que la mejor manera de seguir mi pasión era convertirme en médico. Asistí a la escuela de medicina en Cuba y cuando vine a los EE.UU., estudié para convertirme en enfermera profesional. Como cristiana, trato de vivir con el ejemplo: cuidar, ayudar, servir, respetar y mostrar compasión hacia los demás. Cuando no estoy en el trabajo, paso tiempo con las personas que amo. Me gusta jugar al aire libre, ir al cine o pasar un día soleado en la piscina o la playa con mi esposo e hijos. Los domingos por la mañana los pasamos en la iglesia donde alimentamos nuestras almas con el amor de Dios y luego compartimos ese amor con los demás.