Las cuatro alertas del infarto

Consejos del doctor, Adultos mayores, Salud del corazón / Revista Bienestar Sanitas Ed.132

Las cuatro alertas del infarto

El 80 por ciento de las personas que llegan a urgencias porque creen que están a punto de sufrir un ataque cardiaco presentan otros problemas diferentes a la afección cardíaca. Para que no se confunda ni se estrese sin razón, estos cuatro signos son indicios firmes.

  1. Dolor en el pecho
    Pero no como se observa en las películas, que el personaje dramáticamente se lleva las manos al pecho y se desploma. Rara vez ocurre así. Aunque el dolor en el pecho puede tener muchas más explicaciones, el del infarto suele empezar con una molestia de poca intensidad que desaparece y al cabo de unas horas reaparece con fuerza. Es un dolor opresivo, que no cede con nada; muchos pacientes lo describen como si fueran aplastados por un gran peso. También suele irradiarse a los brazos, el cuello y la mandíbula.
  2. Falta de aire
    Dependiendo de la parte del corazón que resulte afectada, la sensación de ahogo puede empezar un poco antes del ataque cardiaco o al mismo tiempo. Ocurre cuando un coágulo bloquea una arteria del corazón y éste no puede bombear la sangre de forma adecuada. Si no llega sangre oxigenada a los pulmones, se forma un edema (acumulación de líquido), y el ahogo es inminente.
  3. Sensación de llenura y náuseas
    Son molestias que usualmente no se asocian con un infarto, sino con problemas estomacales o incluso con estrés. Pese a que el dolor se considera el quinto signo vital, el impulso nervioso no llega solo al cerebro, sino a todo el cuerpo. Dada la proximidad del estómago con el corazón y a que comparten el mismo conducto de inervación (parasimpático o vagal), no es extraño que surjan síntomas confusos, como náuseas, vómito, indigestión y diarrea.
  4. Mareo y sudoración fría
    Aunque no son los signos clásicos que llevarían a pensar en un infarto, algunos de los sobrevivientes a uno refieren haber sentido cierto mareo al que no le prestaron atención. Cuando el ritmo del bombeo 
del corazón se perturba y no es capaz de recibir ni expulsar la sangre de manera adecuada, sino que lo hace de forma descontrolada, se produce una baja de la tensión arterial. Eso quiere decir que no hay suficiente sangre en el cerebro y puede llevar a una pérdida del conocimiento.

ENTRE PECHO Y ESPALDA

Estos son algunos dolores en el pecho que se pueden confundir, pero que no representan una urgencia médica:

  • El pinchazo que dura unos segundos y desaparece. Casi siempre es un dolor de origen muscular. 
  • La molestia que se acentúa cuando se hace presión sobre el pecho. Su origen es osteoarticular. 
  • El dolor que aumenta con la tos. La causa suele ser de tipo pulmonar por la inflamación de la membrana que recubre los pulmones (pleura).